La Verdad Sin Malicia
Santo Domingo, República Dominicana- En la carrera hacia las elecciones presidenciales de mayo del 2024, la alianza opositora RESCATE-RD se enfrenta a una disyuntiva estratégica: la única forma de alcanzar la presidencia podría ser ir por separado en la primera vuelta electoral. Esta táctica se fundamenta en la idea de que cada partido de la coalición debe concentrarse en maximizar sus propios votos para evitar quedar rezagado en comparación con sus contrapartes.
En las recientes elecciones municipales del 18 de febrero, la supuesta falta de lealtad dentro de la alianza RESCATE-RD ha quedado en evidencia. Fuentes indican que los peledeistas, integrantes de la alianza, no respaldaron a los candidatos de la Fuerza del Pueblo. Algunos señalan que esta aparente traición busca forzar al expresidente Leonel Fernández a respaldar al candidato del P.L.D. para la presidencia, ya que obtuvieron menos alcaldías.
Se especula que esta estrategia proviene del expresidente Danilo Medina Sánchez, quien habría instigado a sus seguidores con la idea de que el partido que quede en tercer lugar en las elecciones de mayo próximo estaría destinado a desaparecer. Esta movida estratégica añade un elemento de intriga a la competencia interna en la alianza RESCATE-RD.
La disputa dentro de RESCATE-RD no parece ser dirigida principalmente contra el partido de gobierno actual, el P.R.M., liderado por Luis Abinader. En cambio, la guerra parece ser una lucha de liderazgo entre los expresidentes Danilo Medina y Leonel Fernández. Ambos se debaten la supremacía, ya que Medina teme que su liderazgo desaparezca si Fernández gana la presidencia, mientras que Fernández teme represalias similares a las que experimentó en el pasado si el P.L.D. resulta victorioso.
Si RESCATE-RD continúa dividido de esta manera, las posibilidades de éxito frente al presidente Abinader se ven comprometidas. La esperanza para esta alianza parece residir en la posibilidad de unirse en una segunda vuelta electoral, ya que la unión en la primera vuelta podría resultar en una derrota abrumadora debido a los egos y el orgullo que prevalecen entre ambas facciones. La verdadera batalla no solo es contra el partido de gobierno, sino también contra las divisiones internas que podrían amenazar la cohesión y la efectividad de RESCATE-RD.

