La Verdad Sin Malicia
Santo Domingo, R.D.- En un acto de evidente irresponsabilidad, los líderes religiosos Feliciano Lacen Custodio, actual presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), y su antecesor, Fidel Lorenzo, han sido duramente criticados por la ciudadanía tras su respaldo a la controversial reforma fiscal propuesta por el gobierno. Estos líderes, en un aparente contubernio con las autoridades, intentaron convencer a los feligreses y al pueblo dominicano de que dicha reforma sería beneficiosa, utilizando argumentos engañosos y estrategias manipuladoras.
Lacen Custodio y Lorenzo, con discursos que prometían mejoras en servicios esenciales como la energía eléctrica y el suministro de agua, lograron confundir a muchos creyentes, quienes confiaban en que sus pastores defenderían sus intereses. Sin embargo, la realidad fue otra. Hoy, tras las declaraciones del presidente Luis Abinader, quien decidió retirar la reforma fiscal en respuesta al clamor popular, ha quedado claro que dichos líderes no estaban defendiendo ni al pueblo de Dios ni a la población dominicana en general.
La falta de transparencia en su apoyo a la reforma ha generado un creciente malestar, y muchos feligreses se sienten traicionados por quienes debían representar sus intereses. La decisión de Abinader de escuchar al pueblo y retirar el proyecto deja en evidencia la postura errada de estos líderes religiosos. Si Feliciano Lacen Custodio tiene temor de Dios y vergüenza, como tantos esperan, debería considerar su renuncia inmediata al frente del CODUE. De lo contrario, el pueblo de Dios podría solicitar su destitución por no haber estado a la altura de la responsabilidad que su cargo exige.
Estos líderes han fallado en su misión de defender los derechos y el bienestar del pueblo, y su credibilidad ha quedado seriamente dañada. La traición a los principios que deberían guiar su liderazgo ha puesto en jaque la confianza de miles de dominicanos que ahora exigen una respuesta contundente.
